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Por: María Martínez Schalk

La zona en la que se edificó este templo en 1531 guarda los orígenes de la fundación de Querétaro como una población cristiana del Virreinato. Comenzó siendo una pequeña capilla a la Santa Cruz y a mediados del siglo XVII se decidió construir la iglesia y el convento. Así ha sido desde entonces, sin embargo, con el paso del tiempo se restauró completamente. En el interior se encuentra su principal atractivo, una réplica labrada en piedra de la Santa Cruz que apareció en el cielo el 25 de julio de 1531, según cuenta la leyenda de la fundación de Querétaro.

El convento de la Santa Cruz es uno de los edificios queretanos que guarda más historia. Desde 1683 fue sede del Colegio de Misioneros de Propaganda Fide, uno de los colegios más importantes de América, dedicado a formar evangelizadores.

Uno de los egresados de este colegio fue fray Junípero Serra, quien siendo presidente de las misiones se dedicó a estudiar las condiciones de vida de los pames para aliviar la miseria y el abandono en que vivían.

Cuando iniciaba el movimiento de Independencia, el convento fue prisión del corregidor de Querétaro, Don Miguel Domínguez, y unos años después fue tomado por Iturbide para poder dominar Querétaro desde la colina. El tiempo pasó y llegaron los franceses.

Del 13 de marzo al 15 de mayo de 1867, el convento fue ocupado como cuartel general de Maximiliano de Habsburgo, para dirigir los remanentes del Ejército Imperial Mexicano ante las tropas republicanas que las sitiaron.

A principios del siglo XX el templo fue mejorado colocando nuevos retablos y una serie de pinturas que ilustraban las vidas de San Francisco de Asís y de San Antonio de Padua creadas por el pintor Juan Rodríguez Suárez.

Hoy, el templo es catalogado como un icono importante de la ciudad de Querétaro, ya que, además de contar con una gran belleza arquitectónica, el templo de la cruz guarda un inmenso bagaje histórico, digno de conocer.

La próxima vez que pases por Querétaro y desees conocer su historia, no olvides visitar el inigualable Templo de la Cruz.

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