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Aduana del AICM queda rebasada

Los tiempos de espera para ingresar a la aduana del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) aumentaron por saturación y rezago en infraestructura.

Hoy por hoy, los transportistas demoran entre cuatro y cinco horas para ingresar a esta aduana.

Antes, el tiempo que se requería era de alrededor de media hora o máximo una hora, informó Felipe González, presidente de la Confederación Latinoamericana de Agentes Aduanales (CLAA).

La entrada a esta aduana es caótica, añadió el líder aduanero, con largas filas de camiones, debido a que sus instalaciones están rebasadas.

“La aduana ha quedado chica, es insuficiente, necesitamos reestructurar esa aduana.

“Por ejemplo, un tráiler tiene horarios específicos porque si se atraviesa en los andenes que no están diseñados, con una caja de 53 pies, pues con el tractor y la caja abarcan todo el paso de la aduana si se estacionan”, detalló.

Durante el año pasado, en esta aduana se reportaron 747 mil 977 operaciones de importaciones y 110 mil 332 de exportaciones, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

De las 49 aduanas que existen en el País, por número de operaciones la del aeropuerto capitalino se ubica en la cuarta posición.

Julio Smithers, presidente de la Asociación Nacional de Almacenes Fiscalizados (ANAFAC), al referirse sobre el tema expuso que en la aduana del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México hace falta un lugar donde los transportistas puedan esperar para ingresar al recinto sin hacer fila.

Se requiere una especie de estacionamiento, con el fin de evitar que obstruyan la Avenida 602, en la Delegación Gustavo A. Madero de la Capital del País, que es donde se forman y por donde también circulan autos particulares, no sólo de las aduanas.

Del mismo modo dentro de la aduana existe saturación logística, pues el aforo vehicular ha aumentado y sólo se tiene circulación por dos carriles, agregó el líder de los almacenes fiscalizados.

Felipe González, presidente de la CLAA, comentó que no hay confianza hacia los transportistas, pues en cada una de sus entradas al recinto, incluso en el mismo día, se les revisa si cuentan con seguro, tarjeta de circulación, autorización para ingresar a la aduana, entre otros documentos.

Recalcó que esta medida sea excesiva, pero es compleja y tardada, lo cual se resolvería si el transportista fuera parte de una base de datos y que como miembro se le diera un código QR para poder ingresar de manera más rápida.

Una de las formas para resolver esta situación es que exista una coordinación más puntual entre la Secretaría de Hacienda, encargada de las aduanas, y los agentes aduanales, importadores, almacenistas y transportistas, sugirió González.

FUENTE: REFORMA.COM