A palos, piedras e incluso machetes, habitantes de los municipios de Quechultenango, Chilapa, Hueycantenango, Acatepec, Atlixtac y Chilpancingo se enfrentaron con la policía estatal de Guerrero y la Guardia Nacional para exigir presencia de la gobernadora Evelyn Salgado.
Los manifestantes rompieron el cerco de seguridad que servía para contener las protestas y arrebataron a los elementos un vehículo blindado con el que derribaron las puertas del Congreso local y llegaron al recinto del Poder Ejecutivo, esto, con el objetivo de exigir la liberación de dos líderes transportistas detenidos por la Fiscalía General de la República (FGR), de acuerdo con reportes de la prensa.
Trascendió que desde este fin de semana los habitantes de estos municipios habían amenazado con cerrar la Autopista del Sol que conecta la Ciudad de México con Acapulco y atraviesa Guerrero.
El sábado se registró una jornada sangrienta en la ciudad y otros municipios como Tixtla que se saldó con el asesinato de cinco transportistas y varios coches incendiados, sello del cartel de Los Ardillos.
Los nuevos hechos violentos agitaron aún más el avispero en el que se ha convertido el Estado, una semana después de que se filtraran las imágenes de la alcaldesa de la capital, Norma Otilia Hernández, reunida con el líder del grupo criminal.
Al respecto, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, del partido Morena, dio a conocer en su cuenta de Twitter que: “Como parte de nuestra política de diálogo y no represión, el secretario general de Gobierno, Ludwig Reynoso, sostiene en estos momentos un encuentro con los manifestantes que esta mañana realizaron movilizaciones en Chilpancingo. El objetivo es transitar con quienes realizan esta protesta hacia la ruta del entendimiento y los acuerdos, todo dentro del marco de la legalidad y con ello garantizar el libre tránsito a la ciudadanía de esta capital”.
La prensa local señala que algunas personas han exigido mejoras en la seguridad, la educación y la salud en la Montaña de Guerrero y una reunión con la gobernadora. Las protestas se habrían desatado por la detención de Jesús Echeverría Peñafiel y Bernardo ‘N’, transportistas de la ruta Circuito Azul que comprende los municipios de Quechultenango y Mochitlán, supuestamente pertenecientes a Los Ardillos, y quienes fueron arrestados la semana pasada por posesión de cartuchos de AK-47 y droga, de acuerdo con la FGR.
En un comunicado, la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz en Guerrero que aglutina a la Marina, el Ejército, la Guardia Nacional y los diferentes niveles de Gobierno, hizo un llamado al diálogo con el objetivo de evitar que se afecte la paz social y se generen mayores daños.
Con información de EL PAÍS México