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Desorientado, incómodo… así fue el regreso de Ken Salazar a Palacio Nacional

Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, regresó a Palacio Nacional pero ya no como el amigo e invitado de honor que fue en la mayor parte del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

En el gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum paseó por la sede presidencial desorientado, por no saber hacia dónde dirigirse.

Entró por Moneda 1, ya no por Corregidora 8, aunque en esta ocasión todos los participantes de la Cumbre de Alto Nivel entre líderes y empresarios de México y Estados Unidos entraron por esa calle porque el encuentro sería en el Salón Tesorería, que tiene ese acceso más cercano.

Pero esta vez a Salazar ningún equipo especial lo esperó a la entrada y rondó por los jardines de la Emperatriz rodeado de representantes de medios de comunicación que no pararon de preguntarle sobre su regreso a Palacio Nacional, después de que no terminó bien con el anterior presidente.

Su opinión sobre la reforma judicial, de la cual hace unas semanas advirtió que había riesgos en México y su relación con Estados Unidos; sobre si tendrá o no diálogo directo con la actual mandataria federal, quien ya advirtió que todo lo que el diplomático estadunidense quiera hablar será mediante la Cancillería mexicana y su titular Juan Ramón de la Fuente; y sobre si hubo despedidas con el tabasqueño, hoy aparentemente en su quinta “La Chingada” en Chiapas.

“Vamos muy bien en total, les comento más tarde”, dijo el embajador para zafarse de los cuestionamientos y avanzó seguro hacia la puerta, pero sin darse cuenta de que era la contigua de donde entró, es decir, en dirección equivocada, a una ruta sin salida.

Ahí quedó acorralado por los medios y buscó salir del paso saludando a Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE); incluso un militar trató de indicarle que iba al revés, pero lo ignoró; al topar con la pared, no pudo evitar a la prensa.

De nuevo intentó evadir los cuestionamientos: “Es una relación de la integración de América del Norte, eso es el tema de hoy y la realidad es que vamos muy bien como los primeros socios del mundo y es una alegría para mí estar aquí con el equipo de la doctora Claudia Sheinbaum y con ella para darle adelante con todo”.

-¿Sigue preocupando la reforma Judicial? ¿Y la reforma, embajador?, insistió la prensa

-Más después hago comentarios, a la salida.

Aún al topar con la pared siguió pensando en salir por la misma puerta cerrada, otra vez le informaron del error y al darse cuenta de su necedad, reaccionó con risas y tuvo que darse la vuelta para decir: “Yo he venido a Palacio muchísimas veces, es un lugar muy especial, muy espiritual, es parte de la grandeza de México, siempre es un orgullo de venir pa´ acá todo el tiempo y ha sido un orgullo… Ya es suficiente, hoy es el día del CEO Dialogue”.

De nuevo comenzó su recorrido incómodo por las preguntas sobre si estaba contento de regresar a Palacio Nacional, guardó silencio unos minutos y casi al llegar a la meta, donde las vallas de los militares podrían cubrirlo de la prensa, tuvo que responder si se pudo despedir del expresidente López Obrador, pero con énfasis de que ahora la relación es con Sheinbaum Pardo: “Las comunicaciones… yo tengo mucho cariño por él y ahora trabajamos mucho con la presidenta y su equipo”.

Sobre la reunión con el canciller de la Fuente dio un poco más de declaración: “La presidenta tiene un equipo muy fuerte y muy bueno. Juan Ramón de la Fuente es uno de los mejores, lo conozco muy bien, honrado por todo el mundo, un muy buen canciller, Marcelo Ebrard lo mismo, todo el trabajo que ha hecho para México. Es tiempo histórico para el mundo que Claudia Sheinbaum es la presidenta de México. Tiene un equipo muy fuerte y muy bueno”.

-¿Se va a reunir con ella en privado? -se intentó una vez más.

-Eso nomás voy a decir por el momento, gracias.

En los más de siete minutos que duró su atropellado recorrido, no expresó ni una palabra ni opinión sobre la elección de jueces, magistrados y ministros de la reciente reforma al Poder Judicial, tema que tronó su relación de amistad con el antecesor de la actual presidenta, quien desde su candidatura respaldó todos los señalamientos contra el diplomático estadounidense.

-Con información de PROCESO