Autor
Jessica Murrieta
Luego de mencionar propiedades por más de 200 millones de pesos del candidato a la gubernatura de Yucatán, Renán Barrera Concha, senadores y diputados de Morena exigieron iniciar una investigación al ex alcalde de Mérida, por presunto enriquecimiento ilícito.
Puntualizaron que es preocupante la forma en la cual, el candidato del PAN y PRI al Gobierno de Yucatán, adquirió diversos inmuebles y lujos, involucrando a su familia.
El senador yucateco por Morena, Raúl Paz Alonso, desde el Senado de la República, anunció un punto de acuerdo para instar a la Fiscalía General de la República (FGR), a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General del Estado de Yucatán (FGE), a llevar a cabo una investigación sobre Renán Barrera Concha.
Derivado de la denuncia presentada por Jessica Saidén, candidata a diputada federal por Yucatán, quien acusó a Barrera Concha de poseer propiedades valuadas en aproximadamente 200 millones de pesos, un monto incongruente con sus ingresos públicos.
A través de cálculos, Barrera Concha debería haber ahorrado su salario íntegro como alcalde durante 148 años para adquirir tales bienes.
Esta denuncia es por enriquecimiento ilícito, ejercicio abusivo de funciones y discrepancia fiscal.
También, Paz Alonzo afirmó que Barrera Concha y su familia poseen 20 inmuebles cuyo valor supera los 200 millones de pesos, adquiridos mediante un patrón sospechoso a través de compras a bajo costo por parte de su hermano Jorge Barrera o asociados, quienes posteriormente vendían estos a Ana María Concha Ávila, madre del candidato, para finalmente ser donados a él.
En la denuncia se hace referencia a la adquisición de unos 11 terrenos en Conkal, una zona de alta plusvalía al norte de Mérida, y otros en Acanceh, en la costa yucateca, y una mansión en Tomozón, Mérida, siguiendo el mismo esquema de compra y donación.
Por otro lado, exigen indagar a Renán Barrera por tráfico de influencias y ejercicio abusivo de funciones durante uno de sus mandatos, por presuntamente beneficiar a propiedades familiares con la creación de un corredor gastronómico turístico en el centro de Mérida, el cual aumentó considerablemente su valor a raíz de inversiones municipales.