En medio de reclamos, porras, toma de tribuna y aplausos al oficialismo, el Congreso de la Ciudad de México aprobó, con 46 votos a favor, 20 en contra y ninguna abstención la minuta para la Reforma al Poder Judicial promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque esta mañana, cuando comenzó la sesión en el recinto de Donceles y Allende, la minuta ya tenía la aprobación de 18 congresos estatales, los necesarios para ser promulgada, en el de la capital se dio un debate de cuatro horas que incluyó de todo.
Los alrededores del recinto estuvieron rodeados de policías con uniforme antimotines y vallas metálicas que llegaron una noche antes. Para evitar cualquier madruguete, algunos legisladores de Morena se quedaron a dormir ahí; una práctica que tanto los oficialistas como los opositores ya habían puesto en práctica otras veces ante discusiones polémicas.
La sesión abrió con el carácter de Constituyente Permanente para aprobar la minuta con proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de Reforma del Poder Judicial.
Al instalar la sesión, la diputada Martha Ávila Ventura (Morena), presidenta de la Mesa Directiva, pidió a los diferentes grupos parlamentarios mantener un “debate de altura”, pero muy pronto su petición se vino abajo.
El PAN pidió una moción suspensiva, aparentemente con el fin de retrasar la votación, pero no fue aprobada. Lo mismo ocurrió con otra que solicitó Alejandro Carbajal de la Asociación Parlamentaria Progresista de la Transformación.
Entonces, los blanquiazules dijeron que se quedarían en la sesión, pero bajo protesta porque existían cinco amparos de jueces que ordenaban que no se sesionara para hablar sobre dicha reforma.
Luego, se vistieron playeras negras con las leyendas “#SoyResistencia” y “Sin justicia no hay futuro”.
Casi de inmediato, los morenistas y sus aliados del PT y PVEM sacaron sus pancartas: “El pueblo manda ¡la reforma va!”, “¡Todo el poder al pueblo!”, “¡Sí a la reforma judicial!”.
El diputado Ricardo Rubio del PAN llamó a los legisladores del PVEM y del PRD a sumarse al voto contra la reforma y no entregarse, porque “los carniceros de hoy, mañana serán las reses”, dijo Rubio.
Sin embargo, el representante del Verde, Jesús Sesma, le reprochó por qué la oposición no presentó una reforma en tiempo.
Los argumentos que se escucharon en el salón de plenos fueron muy similares a los que el lunes pasado se lanzaron en la casona de Xicotécantl, cuando la mayoría absoluta del Senado de la República aprobó la iniciativa con 85 votos del oficialismo más uno del PAN.
Los argumentos en pro y en contra siguieron, cuando habló la oposición, sus compinches los acompañaron en el estrado. Los oficialistas respondieron igual subiendo a la tribuna, más arriba, para que también se vieran sus cartelones.
Después de cuatro horas, la Mesa Directiva llamó a la votación. Aquí no hubo gran polémica por los votos, el oficialismo aplastó 46 a 20 a los opositores. Y al final, las porras: “¡Sí se pudo, sí se pudo!”. Luego, el Himno Nacional.
-Con información de PROCESO