Sea por desatinos en los cargos que ejercen en el gobierno o por las acusaciones que enfrentan por su pasado, varios personajes ligados a la llamada Cuarta Transformación que encabeza López Obrador han cobrado protagonismo en el escenario político nacional.
Ya sea por desatinos en los cargos que ejercen, los episodios de confrontaciones con otros personajes públicos, su particular activismo en redes sociales y hasta por acusaciones que enfrentan por su pasado o sus actividades empresariales vinculadas con el gobierno, varios personajes ligados a la llamada Cuarta Transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador han cobrado protagonismo en el escenario político nacional.
Carlos Lomelí, delegado de los Programas Integrales de Desarrollo en Jalisco
El excandidato a gobernador y “superdelegado” de Jalisco, Carlos Lomelí, se volvió un personaje incomodo para la administración de Andrés Manuel López Obrador luego de que una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción señalara que familiares y amigos forman parte de una red de empresas que han celebrado millonarios contratos con el gobierno por la venta de medicamentos. Según la organización no gubernamental, tan sólo en lo que va de la administración federal, esas compañías, Abastecedora de Insumos para la Salud (Abisalud), ha recibido más de 164 millones de pesos adjudicados por el Gobierno Federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
Esa misma empresa firmó un contrato con el gobierno de Veracruz por 36 millones de pesos. El gobernador morenista Cuitláhuac García asignó el contrato directamente, según la misma fuente.
De acuerdo con la investigación, empresas de esta red han sido señaladas de vender a sobreprecios o distribuir medicamento falso.
A través de su cuenta de Twitter, el político morenista rechazó los señalamientos.
“Rechazo los señalamientos que, sin fundamento, difunden en contra de mi persona. Reitero: ninguna de las empresas en las que tenga participación interviene ni intervendrá en licitaciones gubernamentales”.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que contempla suspender a Lomelí de su cargo como delegado de los Programas Integrales de Desarrollo en Jalisco, aunque planteó que sería decisión de la Secretaría de la Función Pública determinarlo.
Cuauhtémoc Blanco Bravo, gobernador de Morelos
El gobernador de Morelos se ha convertido en un personaje incómodo para el presidente Andrés Manuel López Obrador debido a los problemas que enfrenta para generar condiciones de seguridad en su estado, así como por los diferentes frentes de confrontación que abrió con actores políticos de la entidad desde la campaña electoral.
Tan sólo en homicidio doloso, mientras en lo que va del año (al 20 de mayo) a escala nacional la tasa por cada 100,000 habitantes era de 7.58, en Morelos fue de 15.54, mientras que en secuestro la tasa a escala nacional es de 0.37 en Morelos es de 1.19. En ambos indicadores esa entidad ha estado siempre arriba desde 2015. Lo grave es que no se observa una estrategia estatal para contener la violencia.
Aunado a ello, el mandatario ha demostrado adicto a la confrontación. A su toma de posesión el 1 de octubre pasado llegó confrontado con Morena, a pesar de que ese partido formó parte de la alianza que lo llevó a la gubernatura y que ganara gracias al efecto López Obrador; con el presidente municipal de Cuernavaca, Francisco Antonio Villalobos Adán, con el grupo político del mandatario saliente, Graco Ramírez Abreu y con los medios de comunicación.
Además, el gobernador se sigue mostrándose intolerante a la crítica y ante cualquier denuncia de falta de resultados su respuesta es que se trata de una campaña orquestada por sus adversarios para perjudicarlo.
Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz
El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez enfrenta, en su tierra y en el circulo rojo del presidente Andrés Manuel López Obrador, severas criticas sobre su desempeño. Para analistas y políticos veracruzanos, el hecho de que el presidente haya acudido más ocasiones a esa entidad que al resto de la provincia mexicana se explica por su preocupación por el trabajo realizado por el mandatario estatal.
El principal problema que enfrenta el mandatario es el de la inseguridad. De enero al 20 de mayo pasado, la tasa de extorsión se ubicó en 7.39 por cada 100,000 habitantes, cuando la media nacional es de 2.17 y la de secuestro se ubicó en 0.92, cuando la media nacional es de 0.37.
El problema es que mientras al menos cuatro cárteles se disputan el control del territorio veracruzano, el gobernador protagoniza un enfrentamiento contra el fiscal Jorge Winckler, nombrado el sexenio pasado cuando era gobernador el panista Miguel Ángel Yunes. Eso deriva en que la Secretaría de seguridad Pública que depende del gobernador, no se coordine con la fiscalía y el resultado es la impunidad de los delincuentes.
Además de ello no lleva una buena relación con el senador Ricardo Ahued Bardahuil, de quien podría aprovechas su prestigio en la capital del estado de donde fue presidente municipal, tampoco tiene buena relación con la secretaria de energía Rocío Nahle ni tampoco se lleva bien con el alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez. Para colmo, tampoco ha logrado entablar una buena relación con el delegado de los programas federales, Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
Manuel Bartlett, director de la CFE
La designación de Manuel Bartlett como director general de la Comisión Federal de Electricidad generó polémica particularmente por su pasado político.
El también ex senador del PT se integró al equipo de López Obrador desde años atrás, sin embargo, al ser a quien se le atribuye la frase “se cayó el sistema” durante el proceso electoral del 1988 en la que los cómputos dieron la victoria al priista Carlos Salinas seguido de Cuauhtémoc Cárdenas, no fue bien vista su llegada a la CFE.
El nombramiento de Bartlett por parte de López Obrador fue tomado por ciertos sectores como una falta de congruencia del presidente de la República, pues hay quienes consideraban que el mismo Bartlett formó parte de la mafia del poder que tanto ha criticado el político tabasqueño.
Incluso la exjefa de campaña de López Obrador, Tatiana Clouthier, consideró que “había mejores opciones, y que una persona que no sea bien recibida, no quiere decir que ya se acabó el país”,
Ante la polémica, el presidente de México defendió su decisión y dijo que el exsenador del PT era el indicado para encabezar esa empresa del estado mexicano y para acabar con la corrupción que hay en su interior. Destacó que el político poblano llevaba ya 15 años defendiendo la industria eléctrica, incluso, dijo, como legislador del PRI.
FUENTE:ELECONOMISTA.COM.MX