Sin duda este ha sido un año difícil no sólo para el mundo sino para México, que en medio de una pandemia por el COVID-19 enfrenta una dura realidad que aqueja desde siempre pero que ha ido incrementándose con el aislamiento al que la población hemos estado sujetos. Lo cierto es, que la realidad que viven muchos mexicanos no es color de rosa y ante ello, el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ha dejado mucho que desear en cuanto al apoyo al pueblo ante la emergencia sanitaria.
Manifestaciones, marchas, homicidios, robos, secuestros, violencia intrafamiliar y feminicidios, mantiene un semáforo rojo en la cuestión de violencia en la capital mexicana. Ante ello, tenemos a un mandatario que no ha logrado reducir los índices de inseguridad en el país. Cuando asumió la Presidencia de México el 1 de diciembre de 2018, anunció una estrategia de seguridad diferente a los gobiernos anteriores.
Según datos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en los primeros cuatro meses del año registraron 11, 553 asesinatos, frente a 11,226 homicidios del mismo período del año pasado; alcanzando niveles récord en lo que va del 2020 al aumentar un 2.4%. Esto representa un revés en los “esfuerzos” del Gobierno para combatir la criminalidad.
En 2019 llegaron los homicidios a un nivel máximo y han seguido incrementándose, incluso durante confinamiento; pese a que López Obrador se comprometió a reducir la violencia alimentada por grupos delictivos, lo cierto es que las cifras revelan otra realidad.
Contrario a lo previsto, analistas pensaban que podría existir una reducción de la violencia criminal por el aislamiento por el coronavirus; sin embargo, se registraron 6,000 asesinatos entre marzo y abril.
Los datos revelan un incipiente progreso. En este sentido, el Mandatario ordenó a las fuerzas armadas a coadyuvar y a garantizar la seguridad en las calles durante otros cuatro años; política que había criticado de sus predecesores.
La realidad refleja que la Ciudad de México, se mantiene como una de las ciudades más inseguras del país, sobre todo para las mujeres, así lo reveló el reporte del primer trimestre del 2020 sobre incidencia delictiva del Observatorio CDMX, el cual revela que la capital del país pasó del lugar 19 al 16 respecto a la denuncia de violación y agresiones a mujeres, la tendencia del feminicidio permanece al alza.
Lamentablemente, la violencia en México no ha disminuido. Contrario al informe de Alfonso Durazo, Sánchez Córdero afirma que la cantidad de asesinatos de mujeres por razón de género sigue siendo la misma.
A cuatro meses de haber iniciado la Jornada Nacional de Sana Distancia contra el coronavirus, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Córdero, admitió que la violencia no ha disminuido, y atribuyó este hecho a los ajustes de cuenta que perpetran grupos criminales. Respecto a los feminicidios, reconoció que se tienen las mismas cifras que antes de la pandemia.
Asimismo, el crecimiento de la violencia también alcanza a las fuerzas de seguridad. Que, de enero a abril de este año, al menos 185 policías estatales y municipales han sido asesinados en el país, un incremento superior al 40% en comparación con la cifra de policías abatidos el año pasado, informe revelado por la organización civil Causa en Común.
La realidad es que la violencia no frena a pesar de la pandemia y han muerto 2,000 personas desde que se detectó el primer caso positivo de coronavirus. La situación no ha cambiado ni con la puesta en marcha de la fase de 2 de la emergencia sanitaria.