fbpx

 

La construcción del Tren Maya, uno de los proyectos estrella del Gobierno, arrancó a tiempo, pero ajustes en el camino han propiciado un alza en la inversión prevista.

La última actualización indica que el proyecto costará a los mexicanos 165 mil millones de pesos, 18.7 por ciento más que los 139 mil millones inicialmente previstos.

Todavía hace poco, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), a cargo de la obra, informó que más de 40 por ciento de los mil 554 kilómetros del trayecto el tren se moverá con electricidad.

Este cambio requerirá una inversión adicional de entre 25 mil y 26 mil millones de pesos que provendrán de recursos públicos, confirmó el Fondo.

“Efectivamente tenemos este (costo) nuevo adicional”, dijo Juan González, director de Gestión Estratégica del proyecto.

Explicó que actualmente se analiza qué obras corresponderán a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y cuáles a Fonatur, aunque finalmente los recursos seguirán siendo públicos.

Con base en recientes estudios, el 6 de agosto pasado el Fondo informó la decisión de incorporar la electrificación de la ruta y operará así desde su primer día.

Se trata de 690 kilómetros de la ruta Mérida-Cancún-Chetumal, que abarcan los tramos definidos como 4, 5 y 6. De ellos, el 4 es construido por ICA desde junio pasado.

El 5 está en proceso de licitación y el consorcio BlackRock fue el único que presentó oferta técnica, en tanto que el tramo 6 estará a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

El tramo 1 será construido por el consorcio formado por Mota-Engil y China Communications Construction Company LTD; el tramo 2 está cargo de Operadora Cicsa y FCC Construcción, y el tramo fue asignado a Construcciones Urales, Gami Ingeniería y Azvi.

En 2018, el Tren Maya planeaba una inversión de entre 120 mil millones y 150 mil millones de pesos, con una longitud de mil 525 kilómetros.

Para enero de este año, se estableció que la inversión sería de 139 mil millones de pesos.

La previsión es que tenga más cambios debido a que se definió en un corto tiempo, dijo Marco Gutiérrez, presidente de la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría (CNEC).

“Sabemos que es un proyecto que se pretende hacer dentro de esta Administración, entonces es un riesgo que se corre, que viene acompañado de arrancar un proyecto sin tener una definición (a profundidad)”, comentó.

Un estudio de mayor profundidad para una obra como la del Tren Maya habría tomado entre 5 y 10 años, pero en este caso se priorizó construirlo y terminarlo en el actual sexenio, mencionó.

Sin embargo, reconoció, 90 por ciento de los grandes proyectos superan la previsión de costos iniciales.

El Tren Interurbano México-Toluca (TIMT), del Gobierno de Enrique Peña Nieto, ilustra cómo la obra pública mexicana se caracteriza por cambios, retrasos y sobrecostos.

En 2014 se estimó una inversión de 38 mil millones de pesos, unos 46 mil 827 millones a valor presente, pero al cierre de junio de este año, el monto previsto asciende a 76 mil 346 millones de pesos, 63 por ciento más.

Gutiérrez dijo que aunque se ha mencionado que el Tren Maya estaba planteado desde hace años no estaba concebido con los criterios y características actuales.

Una de las primeras variaciones del proyecto estuvo en el cambio de trazo del tren, ya que el planteamiento original contempló una ruta que después buscaban acortar pasando por Cobá, Quintana Roo.

Dicho plan no se pudo ejecutar, pues Fonatur sostuvo que de hacerlo se pasaría por una caverna de 90 metros de diámetro.

Y pese a que el proyecto tenía 15 estaciones, posteriormente se estableció que pueden ser hasta 30.

El año pasado se informó que se habían agregado 3 nuevas estaciones que implicaron sumar 24 kilómetros al trayecto total del proyecto.

Hasta ahora, hay 19 estaciones definidas y quedan 11 por determinar.

FUENTE: REFORMA.COM

Comments

comments

Leave a Reply

Your email address will not be published.