Una pandemia devastadora de la historia humana, arrebató al mundo del arte a dos de sus grandes pintores: Gustav Klimt y Egon Schiele. Con apenas ocho meses de diferencia, ambos fallecieron en 1918, en Viena, Austria, víctimas de la llamada gripe española.
Sus obras formaron parte de un culto que hoy día ha convertido a los artistas, quienes aparte fueron buenos amigos, en dos de los autores austriacos más cotizados en las subastas internacionales.
El museo Leopold de la capital austriaca, fundado en 2001 con las obras de la antigua colección privada de arte de Rudolf y Elisabeth Leopold y que alberga el mayor conjunto en el mundo de Egon Schiele, recordará durante 2018 la efeméride con magnas exposiciones dedicadas a los principales exponentes del movimiento modernista de la Secesión de Viena.
Fuente: La Jornada