Por: Ana Reynoso
Los colores son poderosos medios de comunicación. Nos trasmiten una gran variedad de sensaciones, despiertan sentimientos e inducen estados de ánimo. Durante siglos se les han otorgado simbologías que aún permanecen.
Empleados en el vestuario, los colores pueden reforzar ciertas actitudes o señalar momentos especiales por los cuales atraviesa la persona. La moda permite combinar hasta tres colores, siempre y cuando estén en armonía. Sin embargo, los que usamos en la parte superior (camisa, blusa, etc.) o los que se repiten (por ejemplo en pantalón y saco), tienen mayor impacto. Vestir de manera monocromática enfatiza el mensaje y los estados de ánimo. A continuación te ofrezco algunos consejos para que elijas el mejor momento para utilizarlos.
NEGRO
Transmite responsabilidad, autoridad, seriedad y elegancia. Evita usarlo en exceso porque también puede sugerir dolor, misterio y luto. Prescinde de él el día de una entrevista de trabajo o en una presentación importante. Para hombres, es la mejor opción para eventos de gala.
AZUL
Quizá este es un color predominantemente corporativo. Comunica integridad, seguridad y profesionalismo, además de tranquilidad y serenidad. Resulta ideal para entrevistas de trabajo o para ventas.
GRIS O PLOMO
Transmite sofisticación, sabiduría, estabilidad y autoridad. También refleja honradez. En algunas tonalidades puede parecer aburrido y soso si no es combinado con otros colores más alegres. Su uso puede resultar contraproducente cuando es usado por personas a las que les falta autoridad o carácter
CAFÉ
Se percibe como un tono aburrido, tradicional. Sin embargo, ahora existen variaciones como el “camel”, que le han dado un nuevo significado al marrón con su aspecto “bronceado”, pero sobre todo como un complemento para realzar los colores tradicionales como el azul o el negro. En general, no es un buen color para quien busca destacar.
ROJO
Denota seguridad y fuerza, pero también agresión y peligro. Es perfecto para dar toques de color, como en corbatas, carteras o blazers. El rojo empodera, brinda seguridad a quien lo lleva, estimula el ritmo cardíaco. Si se usa como color secundario ayuda a tomar decisiones más rápidas, pero no se recomienda durante negociaciones o situaciones complejas, ya que también despierta la agresividad.
AMARILLO
Brillante, alegre, simboliza el lujo y el ánimo de fiesta cada día. Provoca el apetito. Se dice que representa felicidad, inteligencia, innovación, energía, fortaleza, poder.
NARANJA
Libera las emociones negativas. Te hace sentir seguro. Estimula la mente, renueva la ilusión por la vida y es el antidepresivo perfecto. Da energía, alegría, felicidad, atracción, creatividad.
MORADO
Es sofisticado y distinguido. Estimula la imaginación y la intuición. Resulta perfecto para camisas, estampados de blusas y corbatas.
COLORES PASTELES
Se asocian a la felicidad y hacen parecer a la persona más sincera. Dejaron de ser de uso femenino exclusivamente. Si es usado por hombres, denota seguridad en sí mismos, además de diversión y relajación. Busca evitarlo a toda costa en ocasiones de negocios, ya que no son colores fuertes ni neutros.
BLANCO
Significa pureza, limpieza y neutralidad. Comunica simplicidad. Sus palabras clave son bondad, inocencia, virginidad, optimismo, luz, perfección, aislamiento, frío. Funciona idealmente en entrevistas de trabajo y reuniones importantes para resolución de conflictos, por ejemplo.
Es aconsejable que llenes tu clóset de color. Que nunca falte en tu guardarropa un poco de excitación (rojo), confianza (azul) y serenidad (verde). Cada tono es adecuado para momentos o situaciones específicas. No utilizar acertadamente los colores que refuerzan tu objetivo hace que mandes mensajes inconscientes que desfavorecen tu imagen. De ahora en adelante por las mañanas, cuando te vistas, no selecciones el color de tu vestimenta por el clima o estado de ánimo. Elígelo para reforzar tu objetivo personal, laboral o familiar. Utiliza los colores para persuadir consciente e inconscientemente con la proyección de tu imagen, porque de una u otra forma nuestros amigos, compañeros de trabajo, clientes, familiares y las personas en general nos perciben por lo que comunican.