Cuando hablamos de salud, es normal pensar y referirnos inmediatamente al cuerpo humano, sus sistemas y organismos; sin embargo, el tema salud pose un amplio y basto campo de ramificaciones que nos pueden dar para una charla interminable. Precisamente, una de estas ramificaciones es la salud ambiental.
La salud ambiental es un área de la salud que se dedica al estudio teórico del medio ambiente, su premisa básica se enfoca en las enfermedades y afecciones que los daños causados a nuestro ecosistema provocan en los seres humanos: la salud ambiental busca causas y posibles problemas en el ambiente nativo de los seres humanos.
Su objeto de estudio no es solo el ecosistema natural sino también el ecosistema artificial que el humano ha creado con la arquitectura, o diferentes manifestaciones artísticas, de comunicación, etc.
Las teorías que la salud ambiental maneja buscan mejorar la salud del aire, el agua, la calidad del clima, eliminar los efectos negativos de la radiación ultravioleta y las toxinas creadas por el hombre.
Dentro de su estudio, la salud ambiental se enfoca también ampliamente al monitoreo del cambio climático, el calentamiento global y sus efectos en la salud de los humanos: entre sus objetivos se encuentra poder regularlos para con ello, tener como resultado un medio ambiente más sano.
Esta “disciplina” se compone de biólogos, meteorólogos, funcionarios de la salud del medio ambiente, etc., además organizaciones de salud pública, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada vez más, dedican recursos y esfuerzos para comprender y mejorar la salud ambiental.
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