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En el mundo existen cientos y cientos de personas con ímpetu aventurero, de lucha y esfuerzo, personas que cuando algún evento parece imposibilitarles seguir con los sueños y metas que se han forjado, no importa nada y gracias a su fuerza de voluntad logran sobresalir de tales adversidades.

Esta es la descripción perfecta de Johanna Nordbland, una mujer finlandesa quien tras haber sufrido un gravé accidente mientras realizaba ciclismo de montaña, se vio imposibilitada para continuar con el buceo, actividad que en sus palabras, es su mayor pasión.

Nordbland es una amante de los deportes y desde pequeña los ha practicado; sin embargo, tras su accidente debió abandonarlos por un periodo de tiempo para someterse a tratamientos y rehabilitaciones que le ayudarán a volver a la normalidad.

Fue durante este periodo que descubrió la que sería su nueva pasión, a pesar de que los doctores le dijeron que el volver al mundo de los deportes le sería casi imposible, las terapias en agua helada la ayudaron: no se alejó del buceo, más bien lo llevó a términos más extremos.

El buceo en aguas heladas es considerado un deporte de alto riesgo ya que existe solo un pequeño orificio por el cual estar y salir, este es creado por el buceador taladrando la gruesa capa de hielo de la superficie; aunado a esto, la visibilidad debajo es casi nula ya que debido a esta capa helada no entra casi la luz.

Sin embargo esto no detiene a Johanna Nordbland, quien lo ve no solo como un reto y una actividad deportiva, sino también como una forma de relajación ya que que una vez dentro del agua, debe mantener la calma en todo momento pues de lo contrario podría perderse y morir.

Sin duda alguna un ejemplo  de mujer que nos enseña que con voluntad, todo es posible en esta vida.

#MiércolesMujer 

Con información de: Infobae.
Fotografía: AFP

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