Por: Jorge Bárcenas
Del 14 al 17 de marzo, se llevó a cabo la séptima edición del Festival de Comunidades Extranjeras en el Parque Bicentenario, en Santa Rosa Jáuregui, si bien las actividades en torno a este encuentro de extranjeros comenzaron el 15 de febrero y terminaron hasta el 23 de marzo.
Con la presencia de 72 países de América, Europa, África y Asia, el festival se planteó nuevamente como un referente en cuanto a la promoción de la multiculturaldiad, dando espacio a la promoción turística de los países participantes, a la degustación de comidas y bebidas típicas de ellos y a la exposición de sus artesanías y productos.
Así, para quienes se hayan dado la oportunidad de usar un turbante de alguno de los países de Medio Oriente; de degustar las salchichas y cervezas europeas, el choripán argentino, los mojitos cubanos o el café colombiano; la oportunidad de hacerse una trenza al mejor estilo africano; o de escuchar y presenciar los diversos espectáculos musicales y artísticos, el festival habrá sido, con toda seguridad, una genuina experiencia de encuentro con otras culturas y una oportunidad para asomarse a los otros rostros que tiene la humanidad a lo largo y ancho del mundo.
La cantidad de gente que se congregó en el lugar durante cuatro días seguidos es la mejor evidencia de la aceptación que este festival ha llegado a tener desde su primera edición en 2008 hasta esta última.
Esos cuatro días, sin embargo, sólo fueron un botón de muestra de un encuentro que se extendió por poco más de un mes con otras actividades, las cuales abarcaron desde la tradicional Caravana Internacional hasta el ciclo de cine internacional y los torneos de fútbol entre los países participantes.
Naturalmente, es el apoyo de innumerables instituciones, embajadas, patrocinadores y de la misma ciudadanía la que constituye el eje fundamental sobre el que se sostiene el festival.
Hoy que las comunicaciones entre culturas y las personas se han vuelto sumamente accesibles y frecuentes, este tipo de festivales es más necesario que nunca. Vive Corregidora! desea que con el tiempo este festival siga consolidándose y haciendo de Querétaro un estado que habla con todas las voces.