Investigadores reclaman el establecimiento de un impuesto que grave la ingesta de alimentos con altos niveles de azúcar para frenar su consumo en aumento y los problemas de salud relacionados
Las personas que ingieren altos niveles de azúcar a través del consumo de dulces y de bebidas refrescantes tienen un mayor riesgo de padecer a largo plazo problemas de salud mental, como ansiedad o depresión, en comparación con aquellos que toman una menor cantidad de azúcar en su dieta. El trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, también muestra que el hecho de padecer un determinado trastorno de comportamiento no se relaciona con un mayor consumo de azúcar.
La investigación analizó los datos recogidos de 8.807 hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 39 y los 83 años, una información procedente del estudio de cohortes Whitehall II. El equipo de Anika Knüppel, del Instituto de Epidemiología y Salud del University College de Londres, determinó el consumo de azúcar y la prevalencia e incidencia de trastornos mentales en más de 5.000 hombres y 2.000 mujeres de Reino Unido entre 1983 y 2013. Hasta la fecha pocos estudios habían investigado la relación de la ingesta de azúcar con problemas como la ansiedad o la depresión, por lo que los científicos decidieron determinar si efectivamente podría darse una relación de causalidad.
Si las personas con ansiedad y/o depresión tienden a consumir más alimentos y bebidas azucaradas, esta podría ser la razón real que explicase la asociación entre la ingesta de carbohidratos y una peor salud mental. Sin embargo, los investigadores no encontraron evidencias de que los individuos con este tipo de problemas tendieran a consumir más azúcar, por lo que la evidencia contraria, es decir, que el exceso de azúcar se relaciona con un mayor riesgo de padecer estos trastornos, aumentaría.
Fuente: Muy Interesante